Ático dúplex con una generosa buhardilla, con pequeñas variaciones según el tipo de ático de 3 ó 4 habitaciones.

La buhardilla un espacio que hechiza los sentidos, intuitivo y polivalente. Nada más verlo surgen ideas, posibilidades y sueños que pueden hacerse realidad, adaptándose a cada persona o familia en las diferentes etapas vitales del camino emprendido, un espacio para explorar y jugar con la creatividad un escape a un mundo de sueños y grandeza, comparable a sumergirse en el realismo mágico de una novela. Un juego de volúmenes y reflejos de luz, tentador con sus techos y suelos de madera, su baño con ducha y una terraza privada o solárium, una invitación al goce; un goce introspectivo que provoca pausas para reflexionar.

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